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IIDEP

DEPREDACION DE BOSQUES SELVA PERUANA













ELIMINANDO PLANETA TIERRA 
¿HUMANOS INCONCIENTES?CUAL ES EL FUTURO DE NUESTROS NIETOS?





EL MAL USO DE LA AMAZONIA


El peor peligro para la Amazonia es la deforestación masiva. Hasta el momento la deforestación llega escasamente al 12% del área total y dentro de las áreas deforestadas existe un porcentaje que se encuentra nuevamente en regeneración.

Los efectos de esta deforestación son a nivel de toda la cuenca, aún poco visibles, por tratarse de un sistema de bosque tropical húmedo, que no es tan frágil como los bosques secos. Sin embargo en determinadas áreas, como en Aucayacu (Perú) por ejemplo, se ve la irreversibilidad del proceso de deforestación en áreas de desbosque masivo. La "ubérrima selva" o la "despensa nacional", como se denominaba en la prensa de algunos países a la selva amazónica, no es tal una vez deforestada. La selva está ubicada sobre suelos frágiles, pobres, de escasa retención de nutrientes y agua. Gran parte de los nutrientes están en la biomasa aérea, que se moviliza al suelo por la descomposición de la hojarasca. Si se interrumpe el reciclaje, como sucede en los rozados, la fertilidad decae abismalmente en pocos años.

Las consecuencias son la erosión hídrica (las precipitaciones son altas), la lixiviación de nutrientes, la compactación de los suelos y la alarmante invasión de los terrenos con malezas agresivas y heliófitas. En estas condiciones, los suelos son usables sólo durante períodos cortos de 5-10 años. La deforestación masiva tendría consecuencias funestas sobre el régimen hídrico de la cuenca, ya que la mitad del agua que se precipita sobre la misma es producto de la humedad evapotranspirada por la vegetación misma. (Anderson, 1990).

El uso inapropiado de los recursos naturales renovables, que se manifiesta en el empobrecimiento del suelo, produce el "círculo vicioso de la agricultura migratoria constante y agresiva". El incremento poblacional en el área incrementará aún más este círculo en el futuro. Los cultivos traídos de otras latitudes se cultivan en las áreas deforestadas. Pero no se ha dado hasta el momento el verdadero valor a la gran gama de productos nativos de economía promisoria, como son los de la biodiversidad que la cuenca ofrece.

La pérdida de la biodiversidad, a consecuencia del avance de la deforestación en grandes áreas, pone en peligro el potencial justamente de esta riqueza. Hemos vendido algunos productos saqueados de la biodiversidad, pero no hemos hasta ahora aprendido a vender la biodiversidad de la cuenca. Existen muchos ejemplos de la comercialización rentable de productos de la selva y producidos en áreas sostenibles, pero no hemos salido fuera de nuestras fronteras. Pero vale aclarar que países como Brasil, Colombia y Perú hacen esfuerzos para lograr popularizar los productos de la biodiversidad amazónica.

Conservar la Amazonia como área vedada al hombre es imposible. La cuenca está inmersa en las actividades humanas y comerciales. Vedar el mercado de las maderas tropicales, como se pensó en una época, para impedir la deforestación, sólo sería anular el valor de los árboles y la tala sería menos dolorosa para el colono, ya que carece de valor.


 EFECTOS SOBRE EL SUELO


Los suelos de la selva mantienen su fertilidad, mientras exista un vuelo vegetal que los alimente con materia orgánica. Los microorganismos y la microfauna del suelo descomponen esta materia orgánica hacia sustancias asimilables por las plantas. Dentro del bosque se mantiene una humedad y temperatura constantes, que permiten la vida y acción de estos microorganismos.

 

 

La capa de hojarasca o mantillo, depositada sobre el suelo, actúa como conservador de humedad y como protector del suelo contra la erosión. La infiltración de agua al suelo es más fácil debido a la textura del mismo que produce la materia orgánica. La capa de mantillo actúa como una esponja almacenadora de humedad. Los microelementos son extraídos de la profundidad por las raíces de los árboles y trasladados a la superficie a través de la caída de las hojas. Este ciclo se repite eternamente, mientras el ecosistema bosque se mantenga intacto o levemente perturbado.

La deforestación (rozado y quema) produce una interrupción de este ciclo y las consecuencias son visibles en corto tiempo:

• La desaparición del bosque interrumpe el reciclaje de nutrientes sobre el suelo. El suelo pierde su capacidad de autoalimentarse.

• La quema del rozado destruye el almacén de nutrientes depositado sobre el suelo. La microfauna ya no tiene posibilidades de sobrevivir.

• Los rayos del sol llegan directamente hasta la superficie del suelo, produciendo un recalentamiento del mismo y por lo tanto la muerte de la microfauna, que tiene su rango ideal de temperatura. Al no haber microfauna se interrumpe la descomposición de la materia orgánica producida posteriormente.

• El suelo pierde su textura suelta, por la falta de materia orgánica y de la microfauna. Los suelos se compactan rápidamente.

• El suelo compactado no puede absorber el agua de la lluvia y la mayor parte de ella escurre sobre la superficie, produciendo el arrastre de las partículas de suelo, proceso llamado erosión. El suelo compactado pierde gran parte de su capacidad de acumular agua. La evaporación de la humedad del suelo será mayor.

• Las gotas de la lluvia llegan directamente al suelo y liberan por el impacto partículas que luego son arrastradas.

• La fertilidad del suelo decae abruptamente y en pocos años la producción rentable de plantas sobre él no será posible.

• Los suelos degradados son invadidos por malezas heliófitas, que se caracterizan por crecer en suelos empobrecidos.

Esta situación es común en la agricultura migratoria de los colonos y se repite constantemente, ya que los colonos al ver que sus cosechas merman, buscan otro terreno cubierto con bosque, para iniciar de nuevo el ciclo.

El sistema adolece de dos errores que originan en sí el proceso deteriorador: la falta de cobertura del suelo y la falta de materia orgánica reciclable.


LA ECONOMIA

El colono o caboclo de por sí es una persona de escasos recursos financieros. Realiza sus actividades con poco capital y el mínimo permisible de equipamiento. En el fondo no le queda otra alternativa que trabajar con el sistema más barato, que es el rozado con la quema. Los terrenos desboscados le brindan por unos años un sustento económico, que le permite vivir de parcela. Pero la baja de la productividad en pocos años, le obliga a iniciar el mismo proceso en una nueva parcela. Lo poco que tal vez pudo acumular lo debe invertir nuevamente en la habilitación de nuevas áreas, con lo que nunca sale del círculo vicioso de la tumba y quema.

 

 

 

La Amazonia económicamente es todavía una isla, hacia donde fluyen iniciativas de inversión, pero las ganancias que se obtienen, tanto de la madera, de la ganadería, de la fauna, fluyen hacia otras regiones de la cuenca. Es una isla también porque el potencial productivo de más de 500 plantas de frutales, fibras, oleaginosas, etc., no es usado, porque las otras regiones no tienen los hábitos de consumir lo que la selva produce. Ni mucho menos los industriales desean industrializar productos del bosque, producidos en uso sostenible.

Hasta el momento la Amazonia sigue siendo el "país del oportunista". La mayoría de la población vive en la actualidad de actividades de comercio y colección de minerales y otros productos. Se calcula que solamente el 10% de la población se dedica a las actividades de la agricultura y la ganadería.

En Perú, por ejemplo, se calcula que un 20% de la población de la selva está de alguna manera ligada al comercio y la productividad de la coca. La coca es justamente un producto de alta rentabilidad y los campesinos la cultivan porque les trae mejores ganancias en tierras degradadas, que el café o el cacao y además no está sujeta a cambios de precios, como los productos exportables legales.

Los pobladores de la Amazonia han desestimado, en su mayoría, los árboles y los otros productos del bosque, no por falta de interés o conocimientos, sino por la poca demanda en el mercado y la falta de infraestructura de canales del mercadeo. Ejemplos importantes de que el mercado es la base para desarrollar sostenidamente la selva lo tenemos en los ribereños del Tamshiyacu, los ribereños de Manaus y los japoneses de Tomé-Acu (vea capítulos específicos), que por cercanía al mercado han incursionado en la comercialización rentable de productos de la selva.

Muchos han investigado los valores productivos de los productos nativos de la selva, y hasta se ha demostrado que una hectárea de bosque manejado en várzeas es más productiva que una hectárea de pastos. El problema radica en que la carne tiene un mercado seguro, mientras los productos del bosque se consumen frescos y sin ningún canal de industrialización.

La economía de la región fue y es manejada desde afuera. Mientras el proceso económico no se concentre en la región misma, con la debida reinversión necesaria y se dé valor agregado al producto, la sostenibilidad será siempre una ilusión.


LOS EFECTOS MEDIO AMBIENTALES


Sin duda el principal efecto negativo sobre el medio ambiente ha sido la deforestación masiva de casi 800,000 Km2 de selva amazónica y equivale al 12% del total del área. Si bien hasta el momento no se tienen datos precisos de los efectos de esta deforestación sobre el clima en general, se conocen efectos regionales, donde la deforestación fue mayor.

 

 

 

La deforestación avanza a un ritmo entre 20,000 y 50,000 Km2 por año. Esta cifra indica que en 20 años más se habrán talado 1 millón de Km2 adicionales, lo que aumentaría el porcentaje a casi 25% del área total. Si bien muchas de estas áreas se regenerarán nuevamente, las consecuencias no se pueden soslayar. Con el incremento de la deforestación, la capacidad de regeneración del área será cada vez más difícil. La deforestación con fines agropecuarios, bajo el sistema de rozado con la quema, ha destruido ya un volumen de madera, cuyo valor se puede comparar con la deuda externa de los países de la cuenca, además de haberse destruido los árboles en desarrollo, que debieran ser el potencial maderable del mañana.

La biodiversidad

La pérdida de la biodiversidad vegetal y animal de la cuenca es proporcional a la deforestación. La región alberga más de 3,000 plantas útiles, para diferentes usos. Este potencial está hasta cierto punto inexplotado y en peligro de una merma sustancial.

El clima

Los factores climáticos, que ya se alteran ahora en las zonas más deforestadas, seguirán alterándose. Así las lluvias en la selva alta producen ya una escorrentía superficial por falta de capacidad de retención de agua en los suelos deforestados. La colmatación de los ríos es una consecuencia. La disminución de la cobertura de bosques tendrá efectos sobre la cantidad de lluvias en la región, por la disminución general de la evaporación. Menores lluvias regionales o generales pondrán ciertas áreas en peligro de desertificación, como ya hay indicios en Brasil. La temperatura se incrementaría, lo cual va a tener efectos directos sobre los suelos, que se deteriorarán aún con más velocidad.

La agricultura

La agricultura migratoria, que se practica en pequeñas parcelas, es tal vez la que menos influencia ambiental ha tenido, ya que la capacidad de regeneración de bosque secundarios. Sin embargo la productividad de la mayoría de los productos no justifica la deforestación. El café tiene en la mayoría de los países una productividad de apenas 10 qq por hectárea y el cacao entre 500 y 700 Kg, cifras que han sido hasta cuadruplicadas con el uso de sistemas agroforestales y sistemas de manejo de suelos.

La ganadería

La deforestación con fines ganaderos, con el apoyo crediticio e incentivos estatales, ha sido el mayor causante de la deforestación. Todas las áreas extensas, que son las más difíciles de regenerar con bosque secundario, son áreas ganaderas. La productividad de los pastos, por falta de un manejo adecuado (p.ej. silvopastoril), decae en 5 años de 1.7 UA/Ha a 0.5 UA/Ha. Esta disminución se debe básicamente a la compactación y empobrecimiento de los suelos, por falta de un reciclaje de nutrientes y la mayor evaporación que se posibilita por las altas temperaturas.

La regeneración de bosques en estas áreas ganaderas, en parte ya abandonadas, es muy costoso y demora tiempo.

La industria forestal

La industria forestal, selectiva por motivos de mercado, ha extraído sólo una pequeña parte de la madera de las áreas ya deforestadas. Se calcula que del potencial total sólo se ha aprovechado un 20%, el resto fue convertido en cenizas. Sin embargo, hay que aclarar, que la actividad forestal en sí no es la depredadora. Los concesionarios forestales realizaron, en base a su ocupación territorial, un negociado con los terrenos adjudicados, que proporcionó la posterior deforestación.

La sustentabilidad de la extracción de madera no ha sido practicada por los madereros, excepto en áreas muy pequeñas como en Oxapampa, Perú y en Surinam.

A grandes rasgos, la colonización de la cuenca ha acarreado diversos efectos negativos sobre la ecología, el ambiente y el hombre mismo.

La deforestación.

• La erosión de los suelos en uso actual; la contaminación de los cauces de los ríos; la pérdida de fertilidad de los suelos de millones de hectáreas.

• Los cambios climáticos ya visibles.

• La pérdida de parte de la biodiversidad.

• La pérdida de las experiencias indígenas.

• El empobrecimiento cultural, económico y social de la región.

Pero ha contribuido a conocer los efectos y a diseñar nuevas estrategias para un mejor uso de la selva amazónica, en armonía con los recursos y las experiencias que alberga la región. Ha servido de catalizador para que las fuerzas vivas coincidan en que la región debe ser manejada como un conjunto dinámico, que permita la sobrevivencia de los recursos biológicos.


ALGUNOS EJEMPLOS NEGATIVOS


Le Tourneau

Cerca de Pucallpa (Perú) se desboscaron desde los años 50 más de 50,000 Has de bosque para convertirlos en pasturas. Se hicieron filmes "cómo el hombre dominaba a la naturaleza". Se derribaron todos los árboles del área, hasta de los suelos inaptos para los pastos. Se implantaron pastos de alto crecimiento, que son muy exigentes, como el castilla (Panicum maximun), que se sometía anualmente a la "quema de renovación". Los costos de habilitación de 1 hectárea de pasto, alcanzó la suma de 430 US$. La producción de carne por hectárea que se ha logrado fue de aprox. 500 US$ en 8 años. La comparación de los suelos y la merma de la producción de biomasa forrajera, llevó al sistema a la no rentabilidad. En los mismos años, en Izcozacín-Perú, un mediano ganadero con 400 Has, se inicia en la actividad ganadera. Hoy después de 30 años, posee los mismos pastos naturales de "torourco", asociado con árboles de sombra y pastoreo rotativo. Él sigue produciendo por año 100 Kg. de carne limpia por hectárea. Este ganadero está arraigado a su finca y está dispuesto a realizar inversiones de mejoramiento de su sistema.

 

 

Aucayacu

Otro ejemplo negativo mencionable es la zona de Aucayacu en Perú, donde se deforestaron en la década del 60 miles de hectáreas contínuas de bosque, con fines de colonización agropecuaria. Hoy la zona muestra síntomas de desertificación, hondas cárcavas de erosión y una productividad mínima. La mayoría de las áreas se encuentran actualmente abandonadas y cubiertas por una vegetación secundaria muy pobre en especies maderables.

Ganadería extensiva en Brasil

Las grandes extensiones de pastos hechas en Pará, Mato Grosso y Amazonas, en Brasil, con inversiones de incentivos fiscales, no han dado la rentabilidad esperada. Los suelos en áreas tan extensas deforestadas han perdido en gran parte su fertilidad y la producción de carne limpia por hectárea ha bajado a niveles de menos de 60 Kg. La regeneración de estas áreas, en parte abandonadas, se ha tornado muy costosa y en algunos casos la vegetación original ya no es reproducible. Ahora, después de 20 años, se inicia la plantación de árboles entre los pastos, para contrarrestar los efectos del microclima alterado.

La coca

La falta de infraestructura de comercialización (caminos, distancias, etc.) y los precios fluctuantes de los productos tradicionales (cacao, café, maíz, etc.) en vastas zonas del Perú y Bolivia, , ha traído como consecuencia el incremento de las áreas de coca. Los campesinos por necesidad han volcado sus esfuerzos hacia esta actividad ilícita, como única forma de obtener un ingreso seguro. Entre Perú y Bolivia se manejan cerca de 600,000 Has de coca.






El dilema de bosques sin ley
 


Por Abraham Lama*

La superficie forestal de Perú es una de las más grandes del mundo. Pero la falta de una legislación para manejarla estorba su aprovechamiento y, paradójicamente, favorece la depredación. En los últimos 40 años, han desaparecido casi 10 millones de hectáreas de bosques.

LIMA - La falta de una estrategia de aprovechamiento racional de los bosques en Perú no sólo impide el desarrollo de la industria forestal, sino que también facilita la depredación que realizan campesinos de origen andino.

El Poder Ejecutivo, los empresarios madereros, los ambientalistas y las organizaciones comunales de la selva no se ponen de acuerdo sobre el modelo de desarrollo forestal que conviene adoptar en Perú.

El gobierno provisorio de Valentín Paniagua debía promulgar el 19 de marzo la reglamentación de la ley Forestal aprobada por el parlamento el 16 de julio de 2000, pero el decreto fue postergado por cuarta vez. La definición de la estrategia forestal quedará probablemente para el nuevo presidente peruano que será elegido el 8 de abril y que se instalará el 28 de julio.

Con casi 80 millones de hectáreas de bosques, la mayoría en la región amazónica, Perú ocupa el octavo lugar entre los 168 países que comparten los 3.500 millones de hectáreas de florestas de la Tierra. En América Latina sólo es superado por Brasil en lo que se refiere a superficie forestal, pero no figura entre los 42 mayores exportadores de madera.

Con sólo explotar de manera sustentable 15 por ciento de sus bosques, es decir el promedio internacional, Perú podría recibir anualmente no menos de 3.000 millones de dólares por la exportación de productos forestales. Ahora sólo logra 95 millones.

Noventa por ciento de la extracción de madera de los bosque es realizada por 70.000 familias, que operan con sistemas artesanales y la venden a intermediarios.

"La explotación de la madera de los bosques amazónicos peruanos es insignificante, pero en menos de 40 años han desaparecido casi 10 millones de hectáreas", advirtió el especialista Jorge Alania.

La aparente paradoja de subexplotación maderera e intensa depredación forestal se explica porque los colonos queman cada año alrededor de 260.000 hectáreas de bosques naturales, para abrir parcelas en la selva.

"Los campesinos no se quedan más de tres años en una parcela, porque al desaparecer la protección de los árboles, las lluvias erosionan rápidamente la tierra. Entonces, los colonos se van un poco mas allá y vuelven a quemar una porción del bosque", destacó Alania.

La nueva postergación del Reglamento de la Ley Forestal evidencia que las autoridades no superaron discrepancias con los empresarios madereros ni con los conservacionistas sobre cómo explotar los bosques naturales.

El reglamento debía ser decretado 60 días después de la aprobación de la ley pero, transcurridos ocho meses desde la votación en el parlamento, el Ministro de Agricultura, Carlos Amat, declaró que será necesario "esperar un poco más".

La postergación no pareció incomodar a Fernando Razetto, presidente de la Cámara Nacional Forestal, la entidad que agrupa a los empresarios del sector, que discrepaba de la orientación del reglamento.

"El proyecto no corrige la tendencia autoritaria de la ley Forestal promulgada por el régimen del ex presidente Alberto Fujimori, que no deja espacio a los principales actores de la actividad forestal, las empresas y los representantes del sector social, para participar en las decisiones", dijo Razetto.

"Los recursos forestales deben ser protegidos por el equilibrio entre tres factores: el interés social, la rentabilidad empresarial y la preservación del medio ambiente. El predominio de cualquiera de estos tres factores es inconveniente", agregó.

"Quienes elaboraron la ley querían promover una explotación forestal racional, pero revelaron no haber superado el prejuicio de que quien entra al bosque lo hace para destruirlo. Este prejuicio genera un exceso de regulaciones, algunas antitécnicas, que elevan los costos o eliminan la competitividad", advirtió Razetto.

"Los pequeños madereros y aún las comunidades (de la selva) podrían suscribir asociaciones estratégicas con empresas que garanticen mercados, como lo ha hecho Ecuador en la zona de Esmeraldas, en la costa norte de su territorio", propuso.

Razetto es partidario de vender bosques a las empresas privadas. "En Chile, el Estado entregó en propiedad áreas forestales para que las empresas invirtieran en la siembra de mejores especies, y ahora hay 1,7 millones de hectáreas plantadas con arboles de excelente calidad, que producen 2.200 millones de dólares al año", señaló.

Jaime Nalvarte, presidente de la no gubernamental Red Ambiental Peruana, indicó que la ley Forestal promueve un concepto importante: la sustentabilidad de los recursos forestales, basada en el compromiso de las empresas concesionarias de respetar planes de manejo previamente concertados.

Ese capítulo sigue el modelo boliviano. "Las áreas son entregadas en concesión y el Estado mantiene la propiedad de los bosques. El otro modelo es el existente en Brasil o en Chile, donde el Estado concede en propiedad los bosques", comentó Nalvarte.

"Los empresarios sostienen que tener el bosque en propiedad aumenta las garantías para su inversión. Pero en las concesiones, esa garantía puede obtenerse mediante contratos de estabilidad irreversible asegurada por ley, como en las inversiones mineras", puntualizó el dirigente ambientalista.

 

Maite Gutiérrez

Diario La Vanguardia

Barcelona, 22 de octubre de 2005

 

Según un estudio que tiene en cuenta la tala de árboles, el pulmón del planeta se extingue a un ritmo dos veces mayor de lo esperado

Los investigadores estiman que la suma de árboles talados se traduce en un incremento del 25% de CO en la atmósfera.

 

La Tierra cada vez respira peor. Su gran pulmón, la selva amazónica, está desapareciendo al doble del ritmo estimado, según los datos de un nuevo estudio que ha incluido los efectos de la tala selectiva de árboles. Hasta ahora, los métodos basados en satélites para medir la deforestación de áreas extensas sólo eran capaces de detectar la desaparición de grandes superficies de vegetación para dedicar las tierras a otras actividades, como la agricultura. Una nueva técnica de imagen por satélite ha identificado las zonas donde se practica la tala selectiva, que consiste en cortar sólo algunos árboles para comercializarlos y dejar intactos los de alrededor.

El estudio, presentado esta semana en la revista Science,lo han llevado a cabo científicos estadounidenses en colaboración con la NASA e investigadores brasileños. Después de combinar los dos tipos de deforestación, han concluido que entre 1999 y el 2002 se destruyó como mínimo un 60% más de selva de lo que se pensaba. "Sin contar la tala selectiva cada año desaparece una media de entre 16.000 y 20.000 kilómetros cuadrados de selva amazónica, aunque el Gobierno de Brasil ha dado unas cifras más bajas este año", ha explicado por correo electrónico el director del equipo científico, Gregory Asner, del Carnegie Institution de Washington. Con los nuevos datos esta cifra podría subir hasta 30.000 kilómetros cuadrados, lo que prácticamente equivale a la superficie de Catalunya. Según explicaba la BBC ayer, el Gobierno de Brasil ha agradecido la información aportada por este equipo de investigadores, aunque cree que las cifras son exageradas.

"Las selvas que han sufrido la tala selectiva son áreas que presentan un daño extraordinario", decía Asner en un comunicado, "hay que tener en cuenta que la corona de un árbol puede tener hasta 25 metros y al tumbarlo daña el sotobosque y todo lo que hay a su alrededor se convierte en un campo de desechos". Esto puede provocar que, al penetrar más la luz del sol, el bosque tropical pierda su humedad y sea más susceptible a los incendios, según estudios previos. Además, Asner señala que la tala de árboles implica la construcción de carreteras y de lugares para que los trabajadores se instalen, "algo que también contribuye a la deforestación".

La selva amazónica ocupa una extensión de unos seis millones de kilómetros cuadrados, "aunque si se sigue con la dinámica actual esta cifra se reducirá mucho a medio plazo", aseguraba Asner a La Vanguardia.Su pérdida progresiva puede tener consecuencias graves en el medio ambiente, según explican los investigadores en Science.Un tercio de las especies animales viven en la selva y la pérdida de vegetación está repercutiendo en la reducción de estas especies. "Los estudios muestran constantemente que hay un descenso en la población de primates y otros mamíferos debido a la tala selectiva, y el proceso de reforestación es demasiado lento para reconstruir el hábitat de estos animales", explican los científicos en su artículo.

Además se calcula que los árboles y otras plantas del Amazonas aportan entre el 20% y el 50% del oxígeno de todo el mundo, así como ingredientes esenciales para fabricar fármacos y otros productos. El equipo de Asner estima que la suma de árboles talados se traduce en un incremento del 25% de CO en la atmósfera, 2 ya que los árboles que quedan no son capaces de convertir todo el dióxido de carbono en oxígeno, y eso influye en el efecto invernadero.

Ahora, los investigadores que han realizado el estudio esperan que esta información dé lugar a una mayor protección de la selva. "Nuestro objetivo final es dar estos resultados al Gobierno de Brasil, ya que un gran número de estas talas son ilegales", explican. "Se han de tomar medidas (...) pero será necesario el apoyo de la comunidad internacional". Los científicos tienen previsto aplicar la nueva técnica de imagen por satélite al estudio de otros bosques tropicales.

 

[fuente]
http://www.lavanguardia.es/web/20051022/51195880970.html

 

Tala depreda al dia bosques del Tamano de 1.200 canchas de futbol

Carlos Necochea Flores   Diario El Comercio - Lima   March 2004


En camino a un desastre ecologico en el Perú

Tala depreda al día bosques del tamaño de 1.200 canchas de fútbol
- Funcionario de Usaid predice extinción económica de la caoba
- Banco Mundial calcula pérdida de especies forestales en US$ 8,5 millones

¿Sabía usted que el Perú, con unos 70 millones de hectáreas, es uno de los cuatro países en el mundo que posee una de las mayores coberturas de bosques tropicales? ¿Que pese a tener esta enorme extensión es importador y no exportador y que, además, gran parte de sus bosques donde existe madera comercial, corre el peligro de extinguirse?

Así lo confirmó el doctor Ken Yamashita, director adjunto de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) del Perú, quien informó que la principal causa de esta crítica realidad es la ilegal tala de bosques tropicales para la extracción de madera. Esta actividad, en los últimos años, se ha incrementado en forma alarmante, al punto que diariamente se pierden unas 590 hectáreas de bosques o el equivalente a
1.200 canchas de fútbol por día.

El alto funcionario añadió que por este sistema de explotación irracional se calcula que en unos diez años estaría a punto de extinguirse la caoba. "Esta extinción sería en términos económicos, es decir que extraer la caoba ya no traería beneficios económicos y solo quedarían bosques con esta especie que no tendrían utilidad para el país", reiteró.

De acuerdo con estimados del Banco Mundial, en el Perú, solo en la tala ilegal de caoba y cedro, se producen pérdidas por 8,5 millones de dólares anuales.
Yamashita añadió que a pesar de tener una enorme extensión de bosques, nuestro país exportó en el 2003 entre unos 90 a 100 millones de dólares en productos de madera, mientras que la importación fue de más de 200 millones de dólares.

Aclaró que la crítica realidad de la tala ilegal se explica, también, por las dificultades, la falta de institucionalidad y ausencia del Estado en esos lugares donde se requiere reducir los niveles de depredación. Subrayó que pese a existir abundantes medidas legales, estas no funcionan y no se cumplen por su inadecuada difusión y manejo. Citó como ejemplo el caso del Parque Nacional Pacaya-Samiria, donde se dan hechos como que con un solo guardaparque se enfrente a un grupo de unas diez personas, todas con
modernas armas de largo alcance, que extraen troncos ilegales de caoba.

Apoyo

Ken Yamashita informó que para tratar de combatir la tala ilegal el Gobierno Estadounidense, por medio del mecanismo de canje de deuda, ha implementado dos fondos: el de las Américas, destinado al cuidado del medio ambiente y a proyectos de nutrición y salud; y el de bosques tropicales, orientado a proyectos de protección y manejo sostenible de bosques amazónicos y de bosques secos del norte. "En el fondo de las Américas hay 24 millones de dólares y en el de bosques tropicales 14 millones de dólares. En ambos casos es manejado por un organismo independiente integrado por representantes de los gobiernos Estadounidense y Peruano, de la sociedad civil, organismos no gubernamentales. También Usaid, con aportes de US$25 millones para manejo y protección de parques y zonas reservadas, entre otros.

Crearán comisión multisectorial

El serio problema de la tala y el comercio ilegal de maderas, que afecta en lo económico, social y político al país, ha llevado a que las más altas autoridades del Gobierno, representantes de sectores públicos y privados y organismos no gubernamentales relacionados con este tema planteen la creación de un organismo que la enfrente y solucione.

En tal sentido, Ken Yamashita reveló que en breve se anunciará la creación de una comisión ejecutiva multisectorial de lucha contra la tala ilegal, que tendrá entre sus fines combatirla frontalmente. El Gobierno Estadounidense, a través de la Agencia Internacional para el Desarrollo Internacional, (Usaid), planteó varias sugerencias, entre ellas la puesta en marcha de esta comisión y para su funcionamiento, durante los próximos tres años, ofreció tres millones de dólares. No obstante, inexplicables divergencias sobre quién o qué sector debería dirigir esta comisión han impedido que se
concrete.

El dato

La Secretaría Técnica de la Mesa Nacional de Diálogo y Concertación Forestal ha organizado para hoy el Primer Foro Nacional sobre la Tala y Comercio Ilegal de Maderas. Será en la sede del Country Club Lima Hotel. En esta cita se harán importantes anuncios en torno a la estrategia forestal por seguir.
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Bosques de caoba en peligro

Estadísticas elaboradas por instituciones ambientales como USAID, demuestran
una grave depredación de los bosques amazónicos en el país.

 

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